¿Qué es la legionela?. Habitat de la legionela y su multiplicación.

A la Legionella se la considera un microorganismo ambiental ya que su hábitat natural son las zonas acuáticas de lagos, rios, estanques, aguas termales (agua dulce).

 

De aquí y por los sistemas de suministro de las ciudades y pueblos, colonizan la red de distribución del agua de consumo y se incorpora al agua sanitaria (tanto fría como caliente).

 

Del hábitat natural pasa al hábitat artificial donde hay agua (depósitos, conducciones de agua sanitaria, torres de refrigeración, humidificadores, nebulizadores, duchas y grifos), su presencia en estos reservorios no implica necesariamente un riesgo para la población, pero sí la necesidad de su control para evitar su crecimiento y proliferación.

 

Es en  estas instalaciones y en determinadas condiciones (estancamiento del agua, aguas templadas,  producción de lodos, biofilms..) donde se favorece el desarrollo de la legionela hasta concentraciones peligrosas para la salud humana.

 

¿Que necesita la legionela para sobrevivir?  Principalmente: 

– Rango de temperatura de 0 a 63ºC.

– Crecimiento óptimo a 35ª (25ºC a 40ºC).

– pH entre 5 y 8’5.

– Presencia de hierro, favorece su crecimiento.

– Sobrevive en el interior de amebas y protozoos.

– Crece dentro de macrófagos humanos

– No sobrevive en agua salada

 

¿Y que favorece la multiplicación de la legionela ?.  Esencialmente: 

– Necesita una temperatura entre 20 y 45ºC. Temperatura  óptima entre 35-37ºC.

– Oxígeno entre 0,2 y 2,2 mg/L.

– pH entre 5 y 8,5 upH

– Presencia de hierro y aminoácidos.

– Zonas de estancamiento de agua; existencia de zonas muertas o de baja velocidad de la circulación del agua.

– Calidad del agua: presencia de nutrientes, sólidos en suspensión, turbidez, conductividad..

– Depósitos biológicos: presencia de biocapas/biofilms ,protozoos, amebas,algas..

 

Los tratamientos para el control y la prevención de la legionela, deben incidir en :

 

– Control entrada de Legionella en el sistema de agua de la instalación.

– Evitar la multiplicación de la bacteria.

– Evitar la formación de aerosoles por los que se transmite la bacteria.

 

El mejor conocimiento de la bacteria por parte de los científicos, la rigurosa normativa vigente y el mantenimiento de las instalaciones de riesgo ayudan a minimizar la legionelosis que son los cuadros clínicos que se producen debidos a la infección por Legionella (fiebre de Pontiac o enfermedad del Legionario (forma neumónica)).